Si la mayor parte de nuestra jornada diaria la pasamos en nuestro puesto de trabajo, caminando de un lado a otro, sentados delante de un ordenador, de pie ante un mostrador, rodeados de materiales peligrosos… ¿lo razonable no sería que cuidáramos más la calidad de nuestro calzado laboral que la del que usamos a diario para vestir? ¿Os habéis parado a pensarlo alguna vez?
Cuando toca comprar zapatos de vestir buscamos que sean de piel, que tengan una horma cómoda, flexibles, transpirables… En definitiva, que sea un buen zapato y, sobre todo, cómodo y duradero. Con nuestros pies y nuestro calzado de vestir somos exigentes y buscamos calidad.
En el centro de trabajo, la situación cambia notablemente. En muchas ocasiones, no somos nosotros quienes elegimos el calzado laboral siendo el Delegado de Prevención, de Personal o el propio empresario quienes se encargan. Con el asesoramiento de los profesionales en EPIs, es habitual que se escoja un único modelo, el mismo para todos los empleados.
Sin embargo, es recomendable estudiar las condiciones de los diferentes puestos de trabajo ya que no todos están expuestos a los mismos riesgos y, por tanto, el calzado debe ser adecuado para protegerse de ellos.
Cuando somos nosotros quienes tenemos que comprarlo, por norma general, nos decidimos por el más económico de la gama amparándonos en el “para trabajar ¡de sobra!”
Como norma general, se recomienda que el calzado laboral:
- Sea de la talla adecuada
- No sea pesado
- Disponga de una suela gruesa de goma o material similar
- Tenga la anchura suficiente para mover los dedos de los pies
- Sea antideslizante
- No supere los 4 cm. de tacón
- Se airee todos los días y se desinfecte con un producto adecuado, al menos una vez a la semana.
Afecciones como metatarsalgias (dolor en la zona plantar anterior del pie), dedos en garra, fascitis plantar (dolor e hinchazón en la zona del talón), callosidades, ojos de gallo…, están a la orden del día. Y prevenirlas es mucho más sencillo de lo que parece. Escoge adecuadamente el calzado de trabajo y, ante cualquier duda o problema en los pies, consultanos!
*Fuente: Colegio de Podólogos de Asturias